viernes, 6 de noviembre de 2009

La ví moverse.


La ví moverse.

No recuerdo quién me lo dijo; pudo ser mi hermano mayor; sí recuerdo que yo no tenía más de seis años. Me quedé intrigado cuando me dijeron que una de las manecillas de los relojes se movía sin notarse. Eso me fascinó. -¿Se mueve, sin moverse?- pensé a esa edad.

Me llamó mucho la atención.
-Más de lo normal- diria alguno.
Por eso, cuando
vun día que miraba detenidamente la manecilla que ¨no se movía¨, y noté un salto abrupto de ésta, al marcar un nuevo minuto, casi grité- ¡La ví moverse!- pero no celebraron conmigo. Para mi era un evento de trascendencia. Habia visto moverse a la misteriosa y esquiva manecilla.
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Ahora, ¿qué pretendo decir con este incidente de mi niñez?

Cerca del año 1996, tuve la oportunidad de viajar al Perú. Fue
vun viaje mostrado por mi Señor, por lo que fui de buen gusto. Varias personas me dieron ropa, para que regalara en lugares de necesidad.copiado sin permiso de varonpoeta.com
Una hermana en particular, me dijo- Hermano, tome este pantaloncito de niño para el Perú,vera de mi hijo más pequeño. A algún niño le puede servir.- Lo tomé.

Casi una semana antes de mi salida, a la hermosa tierra peruana, mientras miraba las vitrinas de tiendasven la ciudad donde vivo, sentí el enorme impulso de comprar unos tirantes blancos. Eran elegantes y finos. No los compraba para mi necesariamente. Sentía que debía llevarlos en mi viaje.
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Una semana más tarde, estaba en Lima, Perú.
Dos incidentes señalaré de las experiencias que tuve en ese país. Estando en una comunidad llamada Comas, llevando en mi brazo un bulto lleno de zapatos para niños y aquél pantaloncito, luego de subir por las cuestas y lomas de aquel lugar, me senté a descansar unos instantes. La hermana peruana que me servia de guia, hizo lo mismo.

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Un niño se acercó a nosotros. Tenia un pantalón largo, pero lleno de agujeros, y repito, lleno de agujeros. Otro niño mayor que
vél, su hermano, se acercó también y le dijo esto- Sabes que a mamá no le gusta que jueges con tus pantalones de ir al colegio.- -¿Esos son sus pantalones del colegio?- Pregunté en voz alta, mirando a la hermana que me acompañaba. Me acordé de aquel pantalón que me habían dado, y le dije al niño- Muchacho, toma. Esto es para ti.-copiado sin permiso de varonpoeta.com
Una gran sonrisa hizovgala en su rostro.

Corrió a un ranchito al frente de
vdonde estábamos nosotros sentados, y en cuestión de minutos venia con el pantalón puesto. Le quedaba perfecto.

Duré en el Perú casi veinte días, y cuando ya empacaba para ser transportado por unos hermanos al aeropuerto, noté que todavia seguían en mi maleta los tirantes blancos.


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Dije- Señor, para alguien deben ser éstos que me moviste a comprar. –


No los empaqué, los puseven una bolsa aparte. Me encontré en el hogar de uno de los hermanos que me transportaría. Varios hermanos estaban presentes. Mientras ellos oraban por mi regreso a los Estados Unidos, sentí un toque especial y tomando los tirantes dije- Carlos, estos tirantes son tuyos.- Inmediatamente este hermano comenzó a saltar y a decirle a otro hermano- Pepe, ¿recuerdas ayer?- Testificó cómo el día anteriorpél había estado diciéndole a Pepe, lo mucho que anhelaba algún día tener unos tirantes blancos.copiado sin permiso de varonpoeta.com

 Esto digo: Ver la mano de Dios abrir un mar en dos debe ser algo sumamente impresionante. Escuchar ángeles que bajo instrucciones divinas elevan cantos de alabanzas sobre alguna ladera, asombroso y emocionante. Verlo sanar a un canceroso,pa un ciego o a un cojo, conmovedor. Verlo salvar y transformar un alma... de impacto permanente. Sin que lo anterior deje de impresionarme y de sacarme lágrimas, he visto su mano moviéndose en lo imperceptible.

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Él abrió mis ojos para comprender que no es la suerte, ni la tan mencionada casualidad... es su mano.

La he visto moverse en pantaloncitos, en tirantes, en monedas para el tren, en un pancito con semillas de
panis...etc. Y pienso, que el que a uno se le conceda ver lospactos divinos que usualmente pasan sin notarse, es un gran privilegio, y un ingrediente activo para mantener en uno,ppese al paso del tiempo, la mirada radiante de un niño que ve moverse lo que parece estar quieto.copiado sin permiso de varonpoeta.com 
Han pasadopmás de treinta años desde que ví aquella manecilla dar su salto. Si me preguntaras hoy, acerca de la mano de Dios y suspobras, aquellas, las casi imperceptibles a la ansiedad y duda humana, te daría esta respuesta, y espero, que con la misma algarabía que utilizé de niño...¡La ví moverse!
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En Cristo, Erskine.

COPYRIGHT 2006 M.Erskine

(Foto Clock, cortesía de Shari Weinsheimer .)

6 Comentaron...¿te animas? :

Anónimo dijo...

habia tenido la oportunidad de leer este testimonio tan valioso, pero no de comentar sobre el.. Todas las cosas poseen Belleza, pero NO todos la Ven.. así como dentro de las cosas pequeñas, o que no levantan esos estruendos como abrir un mar, levantar un paralitico, detener el viento.. hay detalles pequeños, más asombrosos que esos que dejamos muchas veces pasar.. te aseguro que a ese niño nunca se le borrara tu rostro, y quizas olvide los pantoles, pero ese rostro no, porque allí estaba Jesús, y su Rostro nunca se olvida.. recuerdo un mensaje que lei una ves de un niño que miro unos zapatos en pleno invierno y él estaba descalzo, la dueña de la tienda miro la carita del niño, y el frio en su piel, lo paso a la tienda, lo cambio, le lavo sus piecesitos y le puso unos zapatos nuevos.. cuando el niño iba de salida se devolvio para preguntarle si ella era la mamá de Jesús..
fijate.. eso es algo que le parte el alma a cualquiera, cualquiera que siente y tiene corazón.. pero ese en verdad es Dios trabando a traves de las personas..
por eso digo.. ninguno es tan malo como parece..

Anónimo dijo...

que hermosa experiencia.

Erskine dijo...

K, no había visto aún tu comentario. Mis disculpas por eso.

Como bien señalas: NO todos la ven. Eso a mi en lo personal ha llegado a frustrarme. Vivir en una época en que la gente es tan superficial con sus ojos al leer, y de oídos perezosos, me entristece.

Bonita esa breve experiencia del niño y los zapatos. De ahí, sale un buen mensaje.

Gracias por tu paso.

Anónimo dijo...

Es cierto poeta lo que compartes, nos pasa a pocos o muchos los que detenidamente miramos los acontecimientos de Dios en nuestras vidas y que para otros pasan sin ninguna importancia, pero para nosotros tiene una transcendencia especial, porque al mirarnos a nosotros mismos, nuestra humanidad y Dios nos da el privilegio de ver esos detalles que para muchos es imperseptibles, en nosotros hay una marca indeleble que ni el tiempo, el espacio, las circunstancias nos podran borrar o decir lo contrario, porque yo tambien ¡lo he visto moverse!

Erskine dijo...

Me alegra por usted Anónimo. Que mantenga siempre sus ojos abiertos a las obras de Dios por sencillas o triviales que éstas parezcan.

Anónimo dijo...

Si poeta, me gustaria siempre mantener mis ojos abiertos a las obras de Dios y la manera de hacerlo es manteniendo el contacto con ese Dios maravilloso, Pues el dice en su Palabra que el hombre espiritual discierne las cosas que son del Espiritu, para enseñanza nuestra.

Dios le bendiga abundantemente.